Metáfora alrededor de la recepción cultural.

Pudiendo parecer una obviedad, heme aquí reflexionando sobre el acercamiento de la diversidad de públicos a los diferentes eventos e instituciones culturales; para ello, he buscado entre mis lecturas encontrando un texto que leí hace tiempo, y que a día de hoy, como visitante y gestora cultural, se me antoja una descripción metafórica de cómo va cambiando nuestra recepción hacia lo que denominamos Cultura.

Bote by Umbrales Cultura.

Bote by Umbrales Cultura.

Tiempo habrá para detener mis pasos en los expertos que nos hablan acerca del estado de las instituciones culturales, su organización y número de visitantes anuales, ya que en esta ocasión mi camino se dirige hacia el público que disfruta y recoge las experiencias alrededor de los objetos y sensaciones que nos proporciona el hecho cultural.

¿Cúantas veces me he preguntado cómo se acoge una obra de arte, un libro, una imagen, en definitiva, un hecho cultural por parte de  cada una de las personas que asisten a una exposición o muestra determinada? Se impone ante la cuestión una heterogeneidad de opiniones e historias recuperadas.

Cada evento cuenta sus historias, cada visitante cuenta las suyas tras estas visitas… Considero que es este el verdadero reto de la difusión cultural. Coleccionar encuentros, fotos y reflexiones como quien colecciona distintas arenas en botecitos y coloca en una estantería para recordar momentos vividos, historias narradas por el compromiso estético de artistas y espacios.

Italo Calvino en sus Cuadernos de arena, me ilustra metafóricamente sobre la recepción de la cultura de una forma sincrónica  que evoluciona ineludiblemente hacia una comunicación virtual entre públicos.

(…)«Hay una persona que colecciona arena. Viaja por el mundo y cuando llega a una playa marina, a las orillas de un río o de un lago, a un desierto, a una landa, recoge un puñado de arena y se la lleva.

… A su regreso le esperan, alineados en largos anaqueles, centenares de frasquitos de vidrio en los cuales la arena despliega su no vasta gama de colores esfumados; las diferencias de granulosidad y consistencia…

La colección de arena  parecía tener mucho que decir, aún a través del opaco silencio aprisionado en el vidrio de los frasquitos.

Uno tiene la impresión de que este muestrario está por revelarnos algo importante: ¿una descripción del mundo?, ¿un diario secreto del coleccionista? Todo al mismo tiempo, tal vez. Una vida de eterno turismo como la vida en diapositivas.

Los propios días, minuto por minuto, pensamiento por pensamiento, reducidos a colección: la vida en un polvillo de corpúsculos: la arena. Quizá escrutando la arena como arena, las palabras como palabras, podamos acercarnos a entender cómo y en qué medida el mundo erosionado puede encontrar en ellas fundamento y modelo (…)».

La arena contenida en estos botecitos ya no queda instalada en las estanterías y paredes de nuestras casas bajo la premisa de su pertinencia íntima, sino que sale potencialmente de ellas a través de los nuevos roles del usuario, del visitante, del público, y se convierte en polémicos»selfies»,en fotografías que muestran todo el interés suscitado, en comentarios relacionados apresuradamente  mostrados en RRSS como si en realidad nuestra experiencia receptora fuera una colección competitiva, tomada en términos cuantitativos en cuanto al número de eventos al que asistimos, sin dar una real importancia a lo que verdaderamente nos ofrece el acercamiento a la cultura en cualquiera de sus disciplinas y expresiones.

Prevalece el «yo también estuve allí», tengo mi botecito de arena que lo demuestra y del que doy fe a través de «un tweet o un post». Difundir, coleccionar, disfrutar, y otros verbos relacionados, me hacen pensar estos días sobre el valor de la cultura como modelo de evolución social, de la necesidad de la ambas y de su relación con la comunicación.

Frasquitos, esos nuevos contenedores de arena, y que conocemos como tweets o post  nos hacen guardar también de manera pública la sustancia de la cultura, el viento de las sensaciones que ésta nos aporta. Un nuevo debate emerge en la superficie, ¿Hasta dónde nos llevarán?

Texto: Ítalo Calvino, Colección de arena.

Traducción: Aurora Bernárdez.Ed. Siruela.Madrid,1991. (Incluido en el capítulo que lleva por título Exposiciones-exporaciones).

Edited by Olivia Palacios.

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