No conocemos el contorno del sentir,/ sólo lo que lo forma desde fuera.
Rainer Maria Rilke, Elegías de Duino (1922).
(Fragmento de la cuarta elegía).
Fácil de comprender. El jardín conocido,/balanceándose consuavidad: entonces vino primero el bailarín.
Rainer Maria Rilke, Elegías de Duino. Edición y Traducción de Jenaro Talens. Ed. Hiperión, Madrid, 1999. (Fragmento de la cuarta elegía).